Sabotajes animalistas a ganaderos en Cataluña ante la pasividad de las administraciones
El ecoterrorismo agrede a los ganaderos catalanes ante la pasividad de las administraciones. Es sector primario se encuentra desprotegido
Tiene solo 17 años, pero habla claro. Hilvana un discurso que más de un diputado catalán en Madrid ya querría para sí. Massin Akandouch ha saltado al estrellato en televisión y las redes sociales al frente del movimiento #MeatTheVictims, un grupo organizado que irrumpe en granjas avícolas de Cataluña y libera pollitos o en explotaciones ganaderas y hace lo propio con reses. O las alimenta, hidrata y abanica.
Massin habla con este medio después de que su cohorte de adolescentes se adentrara esta semana en dos granjas. Una de cerdos en Sant Antoni de Vilamajor (Barcelona) y otra de vacas en Cardedeu, en la misma provincia. Al mismo tiempo, alguien robó un ternero y lo colgó en Instagram. Nadie ha hallado al animal. Los ganaderos catalanes amenazan con violencia y exigen sanciones. La Generalitat de Cataluña cita una «alerta sanitaria» y amaga con imponer cuantiosas multas. Las redes lo ahogan a voces de «irresponsables», «posmodernos» o «urbanitas». Pero el menor no tiene miedo, no se amilana. «Estoy dispuesto a asumir las consecuencias, también las legales, de mis acciones», avisa. ¿Por qué? «Porque creemos que la ley es injusta y hay que desobedecerla. Hay alternativas a la ganadería, que vulnera los derechos de los animales y acelera el cambio climático«, razona el activista.
«Habrá más acciones»
Massin, un joven que inició su activismo entorpeciendo los desfiles de caballos Els Tres Tombs en Mataró (Barcelona), municipio en el que nació y creció, no se queda en las palabras. Enumera todo lo que ha hecho hasta ahora, que no es poco. «Lanzamos #MeatTheVictims –un movimiento global nacido en Australia– en España en diciembre de 2018. En menos de un año hemos liberado animales en una granja de pollos; hemos accedido a un matadero y a dos explotaciones ganaderas. Y prepárese porque habrá más acciones», alerta el joven. Las dividen en actos, como los chalecos amarillos franceses. Mientras estudia su próximo movimiento, Massin, hijo del cantante de origen rifeño Abdelhak Akandouch, ya se ha convertido en un ídolo adolescente. Lo siguen 14.000 personas en Instagram [ver aquí] y ya se ha colado en Catalunya Ràdio, en la International Animal Rights Conference (IARC) en Luxemburgo en 2018 y en un tour animalista por toda Alemania.
El activista, que admite que se dedica a tiempo completo a la causa –asegura no ser un ni-ni, sino que la lucha por los derechos de las bestias «es una prioridad, una emergencia»– ha acuñado su propia organización en España: Action for Liberation. Interlocuta con la conocida activista proanimales Andrea Díaz, con domicilio en Phoenix (Estados Unidos), y el chaval tiene ya su propio Patreon para que los anónimos donen para su causa [consultar aquí] y un proyecto de micromecenazgo en GoFundMe [ver aquí]. Tampoco menor, ha conseguido partir por la mitad a la CUP, esta vez por el debate alimentario. En breve se le verá en TV3 en un cara a cara con Unió de Pagesos, el sindicato del campo de referencia en la autonomía catalana.
De «es un iluminado»…
La bonita historia de Massin Akandouch tiene peros. Destacados miembros del barrio de Rocafonda, de donde es originaria la familia Akandouch –Rocafonda es un barrio multicultural del municipio, no exento de problemas de convivencia– advierten de que el entorno del nuevo ídolo animalista en España «es rifeño, sí, pero independentista catalán significado». Agregan que familiares del joven «llevan enchufados en lo público durante muchos años». En Rocafonda, la asociación de vecinos la preside Maria Majó, una activista soberanista afín a la ANC y Òmnium Cultural cuyo hijo fue detenido por arremeter contra las brigadas quitalazos amarillos. El padre de Massin fue miembro de esta polémica entidad vecinal cercana a ERC y la CUP que, según las voces consultadas, «no se corresponde con la sociología de un barrio que es abrumadoramente constitucionalista». Tampoco ven claras las acciones del joven. «Es un iluminado sin mesura», advierten. Citan también su posición «acomodada«.
Veteranos de la lucha proderechos de los animales cargan desde otro frente contra el niño prodigio del activismo animalista en España. «Sus acciones no sirven de nada. Son niños que buscan la foto para Instagram o el minuto de gloria para la televisión. Después, los buscas adoptando a perros o limpiando una perrera y no ves a ninguno», lamentan desde Vigilancia Solidaria. Esta entidad de defensa de los canes explotados por mafias de personas sin hogar recuerda que en escándalos como el de la protectora que gestionaba Olescan «había implicadas personas que militan en la liberación animal». Ello son precedentes suficientes para que este pequeño pero bregado núcleo de activistas ponga distancia con #MeatTheVictims y los jóvenes de Akandouch. «Liberan un animal y, ¿qué hacen? Algunos seres vivos no pueden vivir en la ciudad o con otros animales, pues enferman. Rompen la cadena biológica. No puedes poner a conejos con gatos», advierten.
…a un «compañero» con «métodos particulares»
Más positiva es la imagen que tiene otro de los rostros más conocidos del animalismo en Cataluña. Toni Solanas es fundador de Sos Animals Maresme y uno de los activistas que están impulsando la querella criminal contra los guardias urbanos que abatieron a la perra Sota en Barcelona en diciembre de 2018 tras un incidente con el vecino sinhogar propietario del can. «Hay que diferenciar. En el movimiento #MeatTheVictims participan personas a título individual. Es una rama más del movimiento en defensa de los derechos de los animales, que pone el foco sobre la explotación de seres vivos para el consumo humano», enfatiza el activista. Según Solanas, Massin y los suyos son efectivos en el terreno de la concienciación. «La gente no sabe qué se esconde tras el chuletón que se están comiendo en el restaurante. Visibilizar las condiciones de las reses es positivo», argumenta.
El activista considera a Massin un «compañero de lucha» que practica el «activismo limpio», esto es, sin violencia ni daños contra las personas ni los bienes. En opinión del joven, #MeatTheVictims es una organización informal más que debe ser respetada «por el tremendo impacto mediático que logran con sus acciones». No obstante, el propio Solanas advierte de que los «métodos de protesta del movimiento son algo particulares» y puede «no compartirlos todos», como la intrusión en explotaciones particulares.
«Somos mediáticos, sí, pero es la única manera»
Massin, a su tierna edad, no tiene reparo en defender su forma de lucha. «Para cambiar leyes hay que desobedecerlas. Precisamente, en nuestras acciones #MeatTheVictims lleva camisetas con una divisa en este sentido de Martin Luther King», admite. ¿No es violento el hecho de colarse en una granja o explotación, a riesgo de soliviantar al ganadero? «No. No queremos enfrentarnos a los granjeros. Queremos arrojar luz sobre una inaceptable industria agroalimentaria que no se sostiene ni por sabor, ni por necesidades alimenticias ni por salud de los humanos o los animales», protesta el joven. Según él, adentrarse en lugares de cría de ganado para grabar un vídeo o dejar el instante inmortalizado en una foto «tiene un punto mediático, sí, pero es la mejor manera de llegar a la gente». Según él, «hay que adaptar las formas de lucha de los movimientos sociales a la era de las redes. Quien no sale no existe», remacha.
The farmer even tried to run over us. If he doesn’t even care about the possibility of killing one of us, can you imagine how he treats the animals on this farm? #meatthevictimsbcn3 pic.twitter.com/PDJehS3jfI
— Maxx (@maxxwasshere) 16 de julio de 2019
En relación a los ganaderos, que ya han pedido identificar a los activistas de #MeatTheVictims que irrumpieron en las granjas de Sant Antoni de Vilamajor y Cardedeu, Massin se abre a dialogar. «Queremos hablar con todo el mundo. También con los granjeros. Y con la Generalitat de Cataluña. Pediremos una reunión», avanza. En relación a su popularidad, el niño prodigio del animalismo en España no esconde que ya es una pequeña celebrity. «¿Si me paran por la calle? Pues sí, ya noto que me miran diferente. Y gente conocida me para y me felicita. Pero ello tiene su revés de la moneda. He recibido amenazas en las redes sociales durante días. Públicas, privadas y de todo tipo. Me intentó agredir un ganadero. Trató de atropellarnos con un tractor. Estoy pagando el precio, pero lo hago gustosamente. Nadie cambiará las leyes si no luchas. Y los jóvenes estamos aquí para hacerlo. No lo olvide: lucho por su futuro, pero sobre todo por el mío», apostilla.