En cuanto a la caza del lobo se refiere, Castilla y león es una comunidad dividida en dos zonas, al norte y al sur del río Duero. Mientras en el norte su caza está permitida en el sur se encuentra totalmente prohíbida, provocándose de esta manera una situación de «descontrol» en palabras de Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León. La zona sur cuenta con la protección especial de la Directiva Hábitat y según admite el comisario europeo Janez Potocnik resultaría «demasiado tedioso» cambiarla, es por ello que se tratarán de buscar diferentes métodos y fórmulas que se puedan llevar a cabo para que el cánido «se pueda controlar a través de la caza».
Este tipo de métodos no varían el estado del lobo como especie protegida, pero permitirán controlar a una especie que cada año provoca cerca de un millar de ataques, según datos de la Junta, entre las 22.000 explotaciones y 3,2 millones de reses que existen en la comunidad.
Cuando determinados animales pueden suponer un peligro tanto para las personas como para el ganado, la Directiva de Hábitat de protección de especies permite su captura y su control.
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