La Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) y la Plataforma Nacional en Defensa del Silvestrismo condenan enérgicamente cualquier práctica furtiva y, especialmente, la captura ilegal de aves en territorio español.
Ambas entidades recuerdan que la única actividad reglamentada en España para la captura de determinadas aves silvestres es el silvestrismo, cuyo objetivo es el cuidado de dichas aves para la educación al canto, concurso y posterior suelta.
Así, el silvestrismo es una de las actividades más reguladas en España, existiendo a este respecto distintas Órdenes de veda por cada una de las Comunidades Autónomas que enmarcan y reglamentan esta práctica y una profusa normativa europea sobre la materia que ha sido transpuesta, en parte, a la legislación nacional y que se ha traducido en la conformación de unas taxativas directrices que delimitan exhaustivamente los cupos de captura permitidos. Asimismo, el silvestrismo es una actividad sometida a unas rígidas pautas, patrones y reglas en su desarrollo, hasta el punto de que los silvestristas, durante el ejercicio de su actividad, están permanentemente geolocalizados.
Por todo ello, consideramos que las capturas ilegales deben ser perseguidas, siendo los silvestristas los principales interesados en denunciarlas. En el caso de la reciente información referida a unos presuntos furtivos en el bajo Guadalquivir acusados de apresar más de 800 aves para el consumo alimenticio, pudieron ser finalmente detenidos gracias a una magnífica labor de investigación de los agentes de la Guardia Civil y a la ayuda de silvestristas de la zona, quienes sospechaban sobre sobre el saqueo descrito. La Plataforma Nacional y la ONC quieren resaltar que la actuación de los presuntos furtivos, que operaban obviamente sin ningún tipo de control, no sólo es ilegal sino deplorable.
Desde la ONC y la Plataforma Nacional alertan de la posibilidad de que estos lamentables sucesos puedan incluso multiplicarse en el caso de que en algún momento se llegase a prohibir el silvestrismo en nuestro país, con lo que no concurriría en el campo la presencia de los aficionados a este arte milenario.
Por eso, tanto la ONC como la Plataforma Nacional en Defensa del Silvestrismo denuncian la injustificada e ilegítima prohibición de las capturas controladas que se ha producido en Cataluña y, más recientemente, en el País Vasco.
Ante esta situación es inaplazable que tanto el Gobierno central como la Comisión Europea establezcan un marco regulatorio adecuado para la continuación del silvestrismo en España. Una regulación que debe contemplar que se trata de una actividad necesaria para vigilar el campo y para contribuir a una protección sostenible de nuestra biodiversidad, evitando posibles maniobras furtivas sobre las aves con otros fines como el lamentable y recientemente acaecido. A esto se suma que la presencia de silvestristas en la naturaleza es favorable para el mantenimiento y la preservación de las aves y del medio en el que se encuentran.