El presidente de la FOCSE, Miguel Soler de la plataforma SÍ AL SILVESTRISMO, se muestra contrario a la suspensión temporal que han adoptado la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Navarra para capturar especies de fringílidos en el medio natural
Capturar en el campo algunas de las diferentes especies de fringílidos y apreciar su canto a partir de “su tenencia, educación, soleo y campeo” son algunas de las características del silvestrismo, según señala Miguel Soler, presidente de FOCSE- Federación Ornitológica Cultural Silvestrista Española. Esta ancestral modalidad que se remonta “a la época musulmana”, y que tiene gran arraigo en Euskal Herria, atraviesa momentos de incertidumbre, sobre todo en Gipuzkoa y Navarra.
En ambas provincias se han suspendido temporalmente las autorizaciones para llevar a cabo las capturas, en Gipuzkoa desde el año pasado y en Navarra desde este año, decisión que “no tiene ningún sentido” y que es además “una medida temeraria”, según critica Soler porque “están cometiendo un posible delito de prevaricación”.
El origen de esta medida está en “el inicio del procedimiento sancionador al Reino de España por parte de la Unión Europea”, aunque la decisión “es contraria al texto del artículo 9 de la Directiva de Aves” vigente a nivel estatal.
Aunque las capturas que se lleven a cabo por parte de los aficionados al silvestrismo no pueden exceder en su cantidad anual del 1% de la mortalidad natural de las cinco especies de fringílidos dedicados a esta actividad (pardillo, jilguero, verderón, verdecillo y pinzón), ninguna de ellas se encuentra catalogada como ‘protegida’ ni está en peligro de extinción, según se señala en el manifiesto suscrito por una quincena de asociaciones vinculadas a esta afición.
Estudios manipulados
Soler teme sin embargo que las autoridades hayan cedido ante la presión que ejercen entidades conservacionistas y animalistas por desconocimiento y “por estudios que han sido manipulados y que han tergiversado la realidad al asegurar que se estaba reduciendo la población de fringílidos. Ninguna de las cinco especies está catalogada como especie protegida y los niveles poblacionales son totalmente satisfactorios”.
Uno de esos informes, encargado por SEO/BirdLife, quedó en evidencia al demostrarse que “no se había realizado con objetividad porque, por ejemplo, el área de muestreo se había limitado a una zona determinada de Madrid y porque no se había incluido observaciones por encima de los 1.500 metros de altitud con lo que se subestimaban las poblaciones de pardillos, ya que crían en montes por encima de los 1.000 metros”.
Ante ese tipo de estudios Soler antepone otros realizado por el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) que avalan la viabilidad de esta práctica y que descartan otras posibilidades como la cría en cautividad. Ese informe fue remitido al Ministerio de Agricultura y Peca, Alimentación y Medio Ambiente, aunque “no sabemos por qué razón sus conclusiones ha sido ocultadas”. Soler cree que podría deberse a que las organizaciones animalistas “vendieron” hace cinco o seis años que la cría en cautividad es viable.
Nada más lejos de la realidad porque, además de tener nefastos resultados debido a la elevada mortandad, su finalidad carece de sentido ya que “el comercio de fringílidos está totalmente prohibido”.
Además, desarrollar la cría en cautividad “podría producir contaminación genética y mutaciones”, según apunta Soler, que señala que en la canaricultura se ha desarrollado esa práctica aunque su finalidad es básicamente estética. “Cualquier fringílido que haya sido mutado genéticamente y que sea liberado puede provocar en la naturaleza un inmenso problema de selección natural, similar a lo que ha sucedido con la perdiz roja”.
Captura y no caza
Ante la persecución que desde 2010 se está llevando a cabo en contra de los silvestristas, los aficionados a esta modalidad “de captura, que no de caza”, reivindican su continuidad bajo las estricta normativa actual que limita y establece “qué especies de aves fringílidas pueden capturarse, el número de ellas, en qué periodo, en qué lugar y bajo qué método selectivo han de capturarse los ejemplares, entre otros parámetros”.
El presidente de FOCSE recuerda además que la captura de estas especies se lleva a cabo de una forma totalmente selectiva y que ya está descartada la utilización de la liga que está prohibida en toda Europa. En la actualidad las capturas se realizan mediante reclamo o con inocuas redes horizontales que “únicamente son levantadas cuando entra el ave adecuada. Si queda atrapada un ave de otra especie se libera de inmediato y lo mismo se hace con aquellos ejemplares que no son válidos para el canto”.
La ampliación de la prohibición de capturas en el medio natural puede generar además otro problema, el del furtivismo, de consecuencias impredecibles e incontrolables. “El silvestrismo es una pasión que pasa de padres a hijos; es una forma de vida. Decirle a una persona de 70 años que desde siempre ha salido al campo y que tiene que criar los ejemplares en una jaulita es autoritarismo puro y duro”.
A pesar de todas las trabas con las que se encuentran los aficionados a este “arte de características genuinas” y con el convencimiento de que “el Ministerio tiene que rectificar”, Soler se muestra confiado y optimista respecto a su continuidad “porque el silvestrismo tiene futuro”.
Completamente de acuerdo con el presidente de Focse D Miguel Soler