Las cuadrillas guipuzcoanas están muy satisfechas con las capturas de jabalíes, que así como al inicio de la temporada causaron graves daños en algunas zonas mientras estaban desaparecidos de otras, desde diciembre parece que se reparten más equilibradamente por todo el territorio.
Como prueba de lo fructífera que está resultando la campaña, un componente de una cuadrilla de Albiztur-Aldaba asegura que llevan capturados esta temporada 50 jabalíes hasta la fecha, prácticamente el doble de los 26 ó 27 cazados el año pasado en el mismo periodo. A ellos se suma una treintena de corzos.
???Este año han aparecido un montón, entre otras razones porque han criado bastante bien???, dice en referencia a los macarenos. Los hay, además, de buen tamaño. Se han cogido piezas de 113 kilos.
Este cazador se considera afortunado porque en su zona, a diferencia de otras, han podido efectuar capturas prácticamente en todas las salidas de la temporada. Claro que van sobre seguro: ???Salimos cinco o seis a buscar rastros y si no los hay no hacemos la batida???. Otra razón de sus buenos resultados es que ???siempre cazamos aquí, mientras que otras cuadrillas salen también a los cotos y no son tan constantes???.
El componente de otra cuadrilla de Aia coincide con esta opinión. En esa zona, los jabalíes no se dejaron ver al inicio de la temporada, al menos durante los días de caza, pero desde diciembre su presencia se ha intensificado.
Eso les ha permitido recuperar el tiempo perdido, aunque están muy lejos de alcanzar las cifras de 2012. Llevan una treintena de piezas cazadas y el año pasado contaban en su haber con 73 ejemplares por estas fechas. Los últimos días han sido pródigos en capturas. Contabilizaron nueve jabalíes el pasado fin de semana.
Sobre la escasez de capturas durante las primeras semanas, este cazador especula con que al principio los animales todavía no son del todo conscientes de que los cazadores los persiguen y se reparten más. ???Ahora se están juntando en cuadrillas grandes y se meten más en zonas de maleza???.
NOTIFICADORES DE DA??OS. Los cazadores aseguran que los baserritarras les manifiestan satisfacción por su labor. Las capturas evitan los destrozos en las huertas, un problema que resultó preocupante en algunas zonas como el Bajo Deba o Tolosaldea al inicio de la temporada. La relación entre ambos colectivos se ha intensificado este año, ya que la Diputación ha encargado a los cazadores tomar nota de todos los daños producidos.
La mecánica es la siguiente: cuando un casero encuentra las tierras levantadas llama a los componentes de las cuadrillas y éstos certifican los daños por escrito. Después envían su informe a la Diputación.
En Albiztur los daños en las huertas han sido cuantiosos, tal y como reconoce el cazador consultado en esa zona. Sin embargo, en Aia no han recibido notificaciones de destrozos.Los animales disponen mucha castaña y bellota y no necesitan llegar hasta las huertas, como señala el componente de la cuadrilla de esa localidad, que suele moverse también por Aduna, Zizurkil y parte de Asteasu.
Los cazadores constatan asimismo una abundancia de corzos. ???Todavía hay demasiados. Los encuentras en cualquier bosque o al lado mismo de casa, ya no se asustan de la gente. Si dejáramos los jabalíes para cazar corzos llegaríamos a las mismas cifras o más???, sentencia este cazador.
Por el contario, en caza menor, la campaña está resultando decepcionante. Los cazadores siguen a la espera de que llegue el frío al norte de Europa y empuje a becadas, zorzales y avefrías a territorio vasco antes que acabe la temporada.