Una vez más, con el calentón previo a la media veda, fiándonos de una oferta de unos viejos conocidos, nos inmiscuimos entre fieles religiosos en las inmediaciones de Madrid, en medio de la visita papal.
La tirada prometía, así que nos reunimos con varios amigos, que además son clientes, y dormimos en un hotel apenas a tres kilómetros del cazadero. Nada más llegar al hotel, el calentón iba cogiendo temperatura y es que el pase de palomas era espectacular, además de que docenas de conejos de monte campaban a sus anchas por los jardines del mismo.
Madrugamos a las 05:30 y nos marchamos rápido a la finca, realizamos el sorteo y a los puestos. La finca, con un gran girasol en el centro, tenía varios regadíos donde las codornices reclamaban muchísimo. El calor rozaba cerca de los 40 grados, millones de mosquitos y resultados varios: puestos de 50 palomas mañana y tarde y puestos de 15. Entre 20 puestos y 600 palomas torcaces, la mitad de lo prometido y las escusas de siempre (tormentas, el viento, la apertura, que si las han cortado, etc.) ¿Tendrán algo que ver los helicópteros del papa?
Una reflexión, en una tirada de medio pelo capturamos 600 torcaces en un día y aquí, en Euskadi, que bajamos 3.000 entre todos en toda la contrapasa, ¿por qué no nos dejan cazarlas?
Nosotros contentos, alguno no había matado tantas palomas en diez temporadas seguidas.
Por último, moraleja: EL AUTÁN NO FUNCIONA y la Nacional 1 con más de 200 km. con un solo carril. ¡QUE VIVA ZAPATERO!
En la foto adjunta, los tres protagonistas de la tirada: Txifu, Chancletas y El Gallo.