Cinco cazadores
de una misma cuadrilla,
entre ellos un agente del
Servicio de Protección
de la Naturaleza (Seprona)
de la Guardia Civil, han sido
imputados por un supuesto
delito contra la fauna, por la
matanza de cinco lobos en el
transcurso de una
cacería en la que
tomaron parte el 1 de
diciembre de 2013 en la
localidad cántabra de
Camaleño, muy cerca
del Parque Nacional de Picos
de Europa.
Según informa
Europa Press, los hechos
están siendo
investigados por la
vía penal en el
Juzgado de Primera Instancia
e Instrucción de San
Vicente de la Barquera a
raíz de la denuncia
del grupo leonés
ecologista Gedemol, a la que
más tarde se
unió la
Asociación para la
Conservación y
Estudio del Lobo
Ibérico (Ascel),
Ecologistas en Acción,
Fundación Oso Pardo,
Arca, Fundación
Naturaleza y Hombre (FNyH)
y Seo.
Los cinco imputados,
todos ellos vecinos de
Camaleño, ya han
declarado ante el juez
instructor, y se les ha
intervenido sus rifles, siete
en total.
Estos cazadores locales
de la reserva de caza de Saja
abatieron el pasado 1 de
diciembre a cinco lobos de un
mismo núcleo
familiar en los montes de
Camaleño, en el
límite con el Parque
Nacional de Picos de Europa.
Según
denunció en su
día el grupo
ecologista Gedemol, se trata
de un mismo grupo
reproductor que cría
de forma habitual en la
provincia de León,
concretamente entre
Llánaves de la Reina
y Portilla, y que forma parte
de los grupos reproductores
atribuidos a la Reserva
Regional de Caza de
Riaño.
A estos lobos muertos,
cuyos cazadores solo
declararon haber matado uno
en el registro de la reserva,
hay que sumar otros tres que
fueron abatidos el pasado 27
de octubre de 2013 en un
monte del pueblo de Cosgaya
(Cantabria) y que
pertenecían al mismo
grupo reproductor, por lo que
este quedó
totalmente
desarticulado.
Al parecer, se trataba de
una manada de las menos
conflictivas, en lo que se
refiere a ataques al ganado
de Picos de Europa.
Según los
ecologistas, por su
área de campeo,
jugaban un papel impagable
en el control de los
ungulados salvajes,
especialmente ciervo, en los
hayedos de Camaleño
y Cosgaya, ayudando a
conservar la biodiversidad del
parque nacional y en especial
el hábitat del urogallo
cantábrico y la perdiz
pardilla, en el que
precisamente las regiones
cantábricas
están invirtiendo
millones de euros a
través de un
programa LIFE.
Los cuerpos sin vida de
los canes fueron hallados 18
días más
tarde de su muerte en un
paraje conocido como
Charco-Puerto, tras circular
por las redes sociales fotos
de los animales muertos
colocados en
línea.
Tanto la Fiscalía
como los ecologistas
señalan que la
única cacería
legar celebrada por esas
fechas en a zona fue el 1 de
diciembre, por lo que
sostienen que es
«imposible» que
un cazador furtivo o un
pequeño grupo de
ellos, pudiera matar a cinco
lobos en un mismo
día.
Testigos
El juez también
ha citado a declarar en
calidad de testigos,
según EP, al
administrador de la
página de Facebook
que publicó las
fotografías, al agente
de medio natural que
controlaba el desarrollo de la
cacería, y al jefe de
la cuadrilla, al que la
Dirección General de
Montes ha abierto un
expediente sancionador
«por incumplir el cupo
de capturas de lobo en la
citada cacería,
así como por obstruir
actuaciones de control al
ocultar información
sobre los ejemplares de lobo
cazado».