Un informe confirma que aumenta el consumo de carne de caza en España aunque se mantienen algunas “barreras” que evitan una mayor expansión
Madrid, 7 de julio.- El 29,3% de la población española asegura que consume carne de caza al menos una vez al año, un porcentaje que ha aumentado en casi cinco puntos desde el estudio realizado en 2017. Además, esta cifra aumenta hasta el 49,2% en el caso de los consumidores incluidos en el colectivo calificado como ‘Gourmet’, que pone la calidad del producto por delante de cualquier otra consideración.
Así se desprende del informe elaborado para la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA) por la empresa especializada en investigación de mercados GFK.
El estudio señala que la mayor parte de las ‘barreras’ que evitan un mayor consumo son el sabor de la carne, la dificultad para encontrarla y la falta de costumbre de consumirla. Frenos al consumo en los que, precisamente, se están centrando las distintas campañas de ASICCAZA. En cuanto al porcentaje de consumidores que rechazan el producto por estar en contra de la caza o por no consumir carne, alcanza el 21,7%.
Asimismo, el estudio señala que los que conocen el producto valoran como ventajas frente a otras carnes su carácter natural, su elevado valor nutricional, su sabor único, su calidad y su confianza. La dificultad para cocinarla y para encontrarla en los puntos de venta son, por el contrario, sus desventajas.
El objetivo de este análisis, en el que se han realizado más de 400 entrevistas, es el de medir los resultados de las diferentes campañas realizadas por ASICCAZA en los últimos años.
El presidente de la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA), Florencio Rodríguez, ha explicado que la principal conclusión del informe es que los grandes frenos al consumo de carne de caza “son objetivamente salvables a través de campañas de comunicación y acciones de marketing”. En esta línea, también se demuestra que aumenta el conocimiento del producto, y que los consumidores que apuestan por la cocina de calidad son los que más lo valoran. Para Florencio Rodríguez, es un paso más que permite evaluar la efectividad del trabajo realizado y fijar las principales líneas a seguir. Así, se seguirá incidiendo en los valores nutricionales y saludables de la carne de caza y se trabajará para que aumente su presencia en los lineales, al tiempo que se seguirá conectando el producto a la forma de vida de los animales y a su carácter natural.